jueves, 24 de noviembre de 2016

FORO POLITICO. Por Salomón García Gálvez. UPOEG Vs. FUSDEG: BOMBA ACTIVADA.



Ya se había pronosticado: Las agrupaciones que manejan policías comunitarias –UPOEG y FUSDEG- no proporcionan certidumbre ni armonía o seguridad en las zonas donde operan; lo que provocan en los pueblos es miedo, zozobra, angustia y hasta terror. El enfrentamiento a balazos de ayer, dejó otro muerto en Tierra Colorada -Juan R. Escudero-.

El Estado Mexicano -gobierno federal y estatal- tienen encendidos los focos rojos y se encuentra en máxima alerta luego del intercambio de balazos entre los grupos armados de la UPOEG que comanda Bruno Plácido Valerio y el FUSDEG que lidera Salvador Alanís. La guerra es a muerte por el control del municipio de Juan R. Escudero -Tierra Colorada-.

“BOMBA DE TIEMPO”, le denominamos a reciente columna en este mismo espacio, cuando nos referimos a las policías comunitarias. El tiempo dio la razón: La Upoeg y el Fusdeg, pelean territorios, disputan ferozmente el control de pueblos y las salidas a la Autopista del Sol como capos de la delincuencia. No cuidan a los pueblos ni resguardan la seguridad. Ya perdieron su esencia.

El enfrentamiento entre la UPOEG y el FUSDEG no solo provocó terror en el llamado “Corredor de la Muerte” –desde Petaquillas hasta Xaltianguis, pasando por el Valle del Ocotito-, sino que provocó el cierre de la carretera federal México Acapulco. Todo el día de ayer, miles de pobladores de esa zona han vivido momentos de zozobra y terror.

En el pasado reciente la administración aguirrista le dio muchos recursos ($) y poder a la Upoeg que encabeza Bruno Plácido Valerio. Ese dirigente combate junto con su gente al Fusdeg, que encabeza Salvador Alanís. La combinación entre ambas organizaciones antagónicas es ahora un coctel explosivo. La bomba de tiempo está activada.

Toca ahora al Estado Mexicano desactivar esa peligrosa bomba que, si explota, tiene un poder demoledor, capaz de eliminar muchas vidas, pero no solo eso sino que podría dañar aun más a las instituciones y derrocar gobernantes del poder.

Recuérdese: Por 60 muertos cayeron del poder dos gobernadores, Rubén Figueroa Alcocer y Ángel Aguirre Rivero. La matanza de Aguas Blancas donde cayeron 17 campesinos abatidos por las balas de la ex temible policía motorizada, provocó la caída de Figueroa. La desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, propició la “renuncia” en el cargo de Aguirre Rivero.

Héctor Astudillo Flores, quien apenas lleva un año como gobernador de Guerrero, ha sido cuidadoso y responsable en el manejo del conflicto entre los policías comunitarios de la Upoeg y el Fusdeg: Las 24 horas monitorea el accionar de esos gendarmes rurales y ha enviado policías estatales para cuidar que esos policías -comunitarios- ¡no se maten entre sí!... Inverosímil, pero cierto.

De acuerdo con el reporte de periodistas enviados de distintos medios a la zona de conflicto, éstos quedaron en medio de la balacera entre la Upoeg y el Fusdeg; el vehículo de uno de los reporteros fue impactado por tres disparos de arma de fuego en la carrocería. 

Los de la Upoeg y el Fusdeg, no respetaron a la prensa en su intercambio de balazos pues los periodistas quedaron en medio del fuego cruzado, de acuerdo a las imágenes de la Agencia Quadratìn Guerrero.

Hasta la noche de ayer, se hablaba de un comunitario muerto, abatido por las balas; al parecer pertenece a la Upoeg, en tanto efectivos de la Marina, la Sedena y la PGR permanecen acantonadas cerca de la zona bélica donde los comunitarios intercambian disparos desde los cerros en las inmediaciones del poblado de Plan de Lima, municipio de Juan R. Escudero.

Ante esos hechos -la noche de terror y más larga que vivieron hace unas horas pobladores de Juan R. Escudero- el Estado Mexicano, se encuentra en una disyuntiva y aún no decide si desarmar a los dos grupos antagónicos -Upoeg y Fusdeg-, o bien negociar una tregua que provoque la tranquilidad temporal hasta llegar a un acuerdo que permita reglamentar el accionar de esas agrupaciones que fueron fortalecidas por anteriores gobiernos –aguirrista y orteguista- y que ahora significan un peligro latente.

Mientras tanto, la bomba de tiempo (Upoeg Vs. Fusdeg) está activada. Corresponde al Estado Mexicano desactivar ese peligroso explosivo… por el bien de todos.