miércoles, 20 de julio de 2016

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos

ES INDISCUTIBLE, HAY QUE DECIRLO, que la Comisión de Derechos Humanos del estado (Codehum), que encabeza Ramón Navarrete Magdaleno, goza de un amplio reconocimiento entre los guerrerenses, y por supuesto, de las organizaciones sociales existentes en Guerrero. Y es que además de velar por la defensa y prevención de los derechos humanos en el estado, esta institución se ha convertido en coadyuvante en la atención y solución de los problemas que se tienen en el estado.

Cierto es que con Don Juan Alarcón Hernández, la Codehum difundió y fortaleció la cultura de la defensa de los derechos humanos, empezando desde cero, pero es con Don Ramón Navarrete Magdaleno cuando esta institución tiene el mayor reconocimiento a su labor, no solo de los ciudadanos en particular, sino también de manera organizada a través de las organizaciones sociales, incluidas las que también se dedican a la defensa de los derechos humanos en el estado.

Y es que actualmente la Codehum, como ya lo dijimos, además de estar atenta en la defensa de los derechos humanos, se ha convertido en coadyuvante en la atención y solución de los problemas de los guerrerenses. Su intervención para la solución, en prácticamente todos los problemas del estado, son un ejemplo de ello, al servir de enlace, intermediaria y ser garantía de atención por parte de las autoridades gubernamentales, además de brindar acompañamiento a los movimientos sociales para evitar la violación de los derechos humanos de los manifestantes.

Así, por ejemplo, la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del estado ha evitado, hay que decirlo, mayores hechos de sangre entre pueblos indígenas, y lo mismo puede decirse en el conflicto que mantienen la Upoeg y el Fusdeg por el control de los territorios, o los que se han dado en Chilapa entre grupos comunitarios, y los que han ocurrido en los pueblos de la Sierra, sin contar con el acompañamiento que ha dado a los maestros cetegistas y o normalitas de Ayotzinapa, entre otros.

Por eso, hay que decirlo, no sorprende que 25 organizaciones sociales aglutinadas en la Dirección Colectiva de Organizaciones Sociales, Civiles, Estudiantiles y Sindicales, hayan acudido a la Codehum que encabeza Ramón Navarrete Magdaleno con el fin de interceda ante el Congreso del estado a fin de que presenten este jueves, 21 de julio, un “manifiesto de rechazo a los descuentos salariales y despidos de maestros que se oponen a la reforma educativa”.

Antes, hay que decirlo, todas estas organizaciones, y otras más, hubieran buscado el cobijo de Tlachinollan, o incluso, acudido a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pero no a la Codehum, a quien consideraban como un apéndice del gobierno. Hoy sin embargo, acuden con Navarrete Magdaleno, concientes de que su intervención e intermediación es garantía de que serán atendidos y escuchados.

En efecto, este miércoles el ombudsman guerrerense recibió a Nicolás Chávez, presidente de la citada Dirección Colectiva de Organizaciones Sociales, Civiles, Estudiantiles y Sindicales, quien le solicitó su intervención ante el Congreso del estado, a fin de que éste les abra las puertas y los diputados les reciban su manifiesto de referencia, por lo que, ni tardo ni perezoso, como dice el dicho, Navarrete Magdaleno se comprometió a realizar las gestiones necesarias y las organizaciones sociales sean atendidas.

Pero fue más allá. También se comprometió a acompañarlas en la entrega del manifiesto al Poder Legislativo, tras señalar puntualizar su compromiso en la defensa de los derechos humanos, pues “no podemos arribar a un estado de paz si antes no hay justicia, y lo que ustedes están pidiendo es justicia”.

Ramón Navarrete Magdaleno destacó el compromiso de la Codehum con las organizaciones sociales y sectores vulnerables, para “abrir las puertas de los funcionarios y que escuchen las circunstancias en las que se encuentran”, tras enfatizar su respaldo a la lucha magisterial, luego de puntualizar el acompañamiento que le ha dado. Por último, el ombudsman guerrerense reivindicó  el carácter social de la institución defensora de los derechos humanos en el estado.


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