domingo, 17 de julio de 2016

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias López Obrador y el PRD

EFRAIN FLORES IGLESIAS
Quiso influir en la renovación de la dirigencia nacional del PRD, pero fracasó. Tampoco le funcionó su cambio de opinión respecto a una alianza con el perredismo en 2018.

Su gallo era Pablo Gómez Álvarez, quien este sábado obtuvo 58 votos de los integrantes del Consejo Nacional frente a 264 (81%) que logró la senadora con licencia y ex secretaria de Educación del gobierno de la Ciudad de México, Alejandra Barrales Magdaleno.

En efecto, me refiero a Andrés Manuel López Obrador, dueño de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y eterno candidato a la Presidencia de la República.
El Peje, como es ampliamente conocido, recibió un portonazo. Se quedó con las ganas de controlar al PRD y utilizarlo para sus fines político-personales.
No pudo contra la alianza Mancera-Chuchos.

Ya nada más falta que le eche la culpa a Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto y a otros que tacha como miembros de la mafia del poder.

El político tabasqueño cambió de postura recientemente en torno a una alianza en 2018 con el Sol Azteca. Y fue en el pasado 14 de julio, en el programa que conduce el periodista Ciro Gómez Leyva en Grupo Fórmula, en donde dijo que “si el PRD se deslinda auténticamente del PRI, el PAN y del gobierno federal, Morena podría analizar la posibilidad de concretar una alianza con miras al 2018”.

Durante los últimos 3 años siempre dijo que con el PRD ni a la esquina.

Tal vez AMLO cambió de opinión por los resultados que obtuvo Morena en la elección del pasado 5 de junio, en el que no ganó ninguna gubernatura a pesar de que aseguró que su partido se alzaría con el triunfo en Veracruz, Zacatecas y Oaxaca. Le dieron varapalo, pues.

Morena logró buenos votos, pero no son suficientes para poder enfrentar al PRI y el PAN en 2018. De hecho, el blanquiazul fue el partido triunfador. Y si hubiese establecido alianzas con el PRD en las 13 entidades en donde se eligieron gobernadores, el escenario sería más favorable para los azules o la derecha como le llaman otros.

Además, el Sol Azteca tiene un candidato natural a la Presidencia de la República. Se trata del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Habrá quienes al interior del PRD simpaticen con AMLO y que en 2018 se vayan a apoyarlo. Es normal. El PRD ya se acostumbró a perder militantes, pero en la elección presidencial podrá inclinar la balanza a favor del PAN o a luchar por su sobrevivencia con Mancera como su abanderado.

El problema de López Obrador es su soberbia e incongruencia. Primero dice que no a una alianza y luego sale que le dijo su mamá que siempre sí. Así pues no. Más seriedad, don Andrés Manuel.

Por cierto, Alejandra Barrales dijo en su discurso de toma de posesión que el PRD retomará el rumbo trabajando con la gente, actuando responsablemente y “no ser cola de cualquier izquierda o cualquier derecha”.

“No tenemos por qué ir a la cola de ningún partido, no tenemos por qué salir a buscar a nadie si caminamos sobre nuestra propia ruta; caminando sobre nuestra propia ruta nos vamos a encontrar, ¡encontrar!, que es diferente a buscar, nos vamos a encontrar con los que estén dispuestos, desde diferentes esfuerzos, a dar la batalla que hoy exige nuestro país para esa transformación”.

El mensaje tuvo clara dedicatoria a la Morena del Pejeyac. Ni más ni menos.

ENTRE OTRAS COSAS… Beatriz Mojica Morga decidió de último momento declinar su aspiración por la dirigencia nacional del PRD y sumarse, al igual que sus compañeros de corriente (Nueva Izquierda), a favor de Alejandra Barrales. Por lo tanto, seguirá al frente de la Secretaría General.

Es un hecho inédito que el Sol Azteca sea el único instituto político encabezado por dos féminas. También nos comentan que en 2018 el nombre de doña Bety volverá aparecer en la boleta electoral. ¡Zas!


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