lunes, 27 de junio de 2016

MÉDULA Astudillo con el enemigo en casa Por Jesús Lépez Ochoa

Llama la atención que a ocho meses cumplidos de la actual administración estatal sus colaboradores persistan en informar a medias al gobernador Héctor Astudillo.
Lo digo porque en una entrevista que se le hizo el pasado domingo inauguró los trabajos de rehabilitación de la avenida Ejército Nacional en Acapulco, el mandatario dijo que el ajuste presupuestal anunciado por el secretario de Hacienda Luis Videgaray Caso para prevenir el impacto negativo de la separación de Reino Unido de la Unión Europea no afecta a Guerrero.

 “Hasta el momento no”, dijo Astudillo quien señaló que el recorte es al gasto corriente federal.

Efectivamente, el 91 por ciento del ajuste anunciado por el secretario de Hacienda es al gasto corriente, pero el resto se aplicará en salud, educación y el campo.
Únicamente en educación, hay una disminución de 43 millones 308 mil pesos al programa de Escuelas de Tiempo Completo para Guerrero, según dijo Videgaray, y textualmente lo publicaron varios medios nacionales de comunicación.

Esto significa que se recorta el 6.8 por ciento de su presupuesto para atender a mil 345 escuelas que dan clases a más de 136 mil alumnos, de preescolar, primaria, secundaria, educación indígena y educación especial que operan en esa modalidad; 621 de las cuales proporcionan alimentos a 72 mil 363 estudiantes guerrerenses.

No creo que se haya tratado de una omisión del gobernador el no hablar de la afectación a miles de niños y adolescentes, ya que se ha caracterizado por hacer frente de manera honesta a todo tipo de situaciones difíciles, como lo hizo el sábado al anunciar en conferencia de prensa que no se podría nadar en las playas de Acapulco ni, ese día, ni el domingo, por las marejadas ocasionadas por el fenómeno mar de fondo.

Ese es un anuncio nada fácil para quien gobierna un estado cuya economía depende mayoritariamente del turismo que viene los fines de semana a disfrutar las playas de Acapulco, ya que puede impactar en los flujos de visitantes -lo que afortunadamente no sucedió- y que sin embargo Héctor Astudillo tuvo la determinación de hacerlo para salvaguardar la vida de los turistas y evitar un problema peor para este destino turístico.

De ahí que es evidente que no fue debidamente informado por su equipo de colaboradores sobre lo anunciado por el secretario de Hacienda y su impacto en el estado.

Y es que a ocho meses de haber tomado posesión el gobernador aún no realiza ajustes a su gabinete ni les cobra la factura a aquellos que se empeñan en tratar de hacerlo quedar mal como el hombre mejor informado que debe ser en el estado.

Al enemigo tenerlo cerca, recomienda Nicolás Maquiavelo. ¿Hasta cuándo? Preguntamos los no iniciados.


jalepezochoa@gmail.com