lunes, 15 de febrero de 2016

Prudencia política Por Gaby Carmona Astudillo


Para empezar a solucionar el problema de la inseguridad que campea en el estado de Guerrero, lo primero que debe hacer un gobierno es reconocerlo y después empezar a trabajar para otorgarles a sus ciudadanos la tranquilidad que ha venido demandando en cada colonia, comunidad o municipio de Guerrero.

Parafraseo  al gobernador del estado  Héctor Astudillo Flores “el problema que le preocupa a la gente, es el asunto de la inseguridad,  que ha lastimado mucho a las familias”  y vaya que lo es, y más en estos tiempos actuales, en donde el temor asecha a todos los ciudadanos que integran los diferentes estratos sociales asentados en la entidad.

Astudillo es ante todo un ser humano con temores, “si hay temores uno no va servir a la sociedad” quizá por eso, hace el llamado a cerrar filas ante el temor que provoca la violencia, a frenar ese miedo para que se pueda cumplir con la sociedad guerrerense que espera mucho de ésta nueva administración que encabeza.

La prudencia política de Astudillo debe ser reconocido, porque mientras algunos personajes políticos se dedican a atacarlo, él no se engancha con declaraciones surgidas desde las entrañas del hígado político, y en esa tesitura debe ir caminando sin distraerse en esas voces  que durmieron el sueño de los justos cuando fueron gobierno y que gracias a las omisiones de esos gobiernos, la entidad está en esa situación.

Héctor Astudillo ha reconocido desde su campaña política que en Guerrero la situación era sumamente difícil, y desde ese momento  comenzó a trazarse su proyecto de seguridad, los tiempos electorales concluyeron y se tuvo que enfrentar a otro problema, el económico, nada sencillo cuando se recibe una entidad convulsionada y con un hueco económico de grandes magnitudes.

Quienes lo critican saben que los problemas heredados en el aspecto de seguridad pública no se van a  resolver de la noche a la mañana, por el contrario, el asunto va  ha llevar un largo tiempo, si tomamos en cuenta que la seguridad pública,  -ha sido desde siempre el talón de Aquiles de todos los gobiernos y éste no podrá ser la excepción- el problema va para largo a pesar de las buenas intenciones del gobierno Astudillista, sin embargo, poco a poco, el estado ha ido tranquilizándose,  existen de pronto brotes de violencia que alarman provocados por las complicidades que hay entre algunas autoridades y los grupos delictivos que operan en la entidad.

A esos grupos están enfocados los dos órdenes de gobierno, de ahí que  el propio jefe del ejecutivo encabece las reuniones de  Seguridad Pública para tener el pulso de la información en sus manos y poder tomar decisiones que beneficien a los ciudadanos guerrerenses que hoy más que nunca demandan Seguridad Pública.

Ojalá todos los alcaldes y funcionarios logren captar el mensaje del mandatario estatal  y con ello emprender acciones que beneficien a la sociedad que los eligió, de no hacerlo,  entonces no sirven para ello.

Por lo pronto, Héctor Astudillo sabe que  las críticas en general ayudan a fortalecer a su gobierno y más cuando estas vienen con la firme intención de ayudar al desarrollo político y social de un pueblo, pero ha decidido desechar las que tienen la firme intención de buscar enfrentar a un pueblo con su gobierno, a esas sencillamente las deja pasar.

El tiempo habrá de darle la razón a cada uno de ellos. Veremos que pasa, por lo pronto así las cosas. Vale.