lunes, 29 de junio de 2015

MÉXICO ES SEGUNDO IMPORTADOR DE ALIMENTOS DE TODO EL MUNDO


>> El país adquiere 90 por ciento de la soya, 70 por ciento del arroz, 60 por ciento del trigo y 25 por ciento de maíz
>> Ex senador y dirigente agropecuario José Bonilla Robles censura el desinterés del gobierno por rescatar el campo
Roberto Cienfuegos/Ciudad de México, 30 de junio (entresemana.mx).- México es hoy el país del mundo que más alimentos importa después de Japón porque el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas decretó en forma “torpe y sin visión de futuro” un reparto de tierras, que condenó a los productores del campo mexicano a la pobreza para toda la vida, alertó el ex senador y dirigente agropecuario José Bonilla Robles.
“Al concluir la revolución mexicana, el gobierno se concretó en repartir la tierra, en vez de crear programas de producción,  de comercialización, de industrialización”, como otros países que hoy son exitosos, añadió en entrevista Bonilla Robles, ex presidente de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), que reivindica unos dos millones de productores del campo.
Pero el reparto “se hizo en forma torpe y sin visión de futuro”, porque es imposible para cualquier productor agropecuario tener un punto de equilibrio y menos de rentabilidad si sólo posee cuatro o cinco hectáreas, expuso Bonilla Robles durante esta entrevista en su despacho de la ciudad de México.
Lo óptimo sería, expuso,  que los productores del campo mexicano tuvieran entre 50 o 60 hectáreas para producir alimentos en forma rentable, unas 10 veces más que las parcelas que poseen y que condenan a la pobreza al campo mexicano.
El ex dirigente de los pequeños propietarios hace ver que “no se puede tener un tractor con cuatro o cinco hectáreas. No se  puede tener escala de rentabilidad porque no se saca el costo de las semillas, de los fertilizantes ni tampoco dos salarios mínimos”.
En consecuencia, aseguró, el reparto indiscriminado de tierra, la fragmentación de ésta,  “condenó a la pobreza toda la vida” a los presuntos beneficiarios del reparto agrario.
Bonilla Robles, ex candidato por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a gobernar Zacatecas, consideró que la administración de Cárdenas incurrió en “un abuso” contra muchos propietarios  de superficies que las estaban haciendo productivas.
Para Bonilla Robles, ese abuso “no ha existido en ningún país del mundo.  Ningún país del mundo tiene ejido, ningún país del mundo tiene ejidatarios, ni ley de reforma agraria ni Secretaría de Reforma Agraria”.
Insistió en que el caso México fue “único” en ese sentido y ahora es que “vemos los resultados”, pese a que México “tiene para ser un gran productor agropecuario en el mundo, aprovechando el mercado de Estados Unidos”.
Bonilla Robles lamentó que México “ya no es autosuficiente” en la producción de alimentos e importa el 90 por ciento de la soya, el 70 por ciento del arroz, el 60 por ciento del trigo y el 25 por ciento del maíz”.
Más todavía, alertó, “importamos leche y carne”, aun cuando “tenemos todo para producirlos”.
Recordó los casos de Alemania y Japón, que quedaron devastados al término de la Segunda Guerra Mundial, pero crearon industrias al grado de que hoy son países más ricos que México.
Refirió las experiencias de países como Estados Unidos, Canadá, Australia o Nueva Zelandia, donde operan bolsas o consejos agropecuarios que compran el producto y que anticipan hasta cinco años el precio del maíz, el trigo y/o el frijol.
De esa forma “es posible hacer cálculos como productor y definir el tipo de siembra ese año y se hacen contratos con las bolsas que también le sirven de financiera”, lo que “facilita mucho la operación de los propietarios del campo”, apuntó.
El consejo de estos productos tiene su banco que los financia para darles forrajes, maquinarias o  a los productores de leche,  tiene a sus veterinarios para asesorar, y ante esa situación los productores de esos países no tienen problemas, expuso Bonilla Robles.
Añadió de igual forma la experiencia de California, el estado que más produce con gente propietaria de extensiones grandísimas, que generan empleo y alimentos dentro de una ley.
Por ello, aseveró, California absorbe a muchos trabajadores mexicanos que laboran como peones y aun así  “les va bien”.
En México, en cambio, “no hay mucho interés en los gobiernos de meterse al campo a rescatarlo. La evidencia es que en dos o tres años, perdimos el 50 por ciento del ganado del país y “no hacemos nada para recuperarlo”, lo que hace que el  precio de la carne ande por los cielos porque el consumo es muy importante, dijo.
Un caso que conoce bien Bonilla Robles es Zacatecas, donde dice que se perdió la mitad de los dos millones de cabezas de ganado que había, pero se exigen muchos requisitos para recuperar ganado y los agostaderos están abandonados totalmente.
El gobierno debería prohibir la exportación de becerro y becerra, consideró Bonilla Robles, quien aseguró que Estados Unidos sigue comprando becerros de 150 o 200 kilos y los engordan con su semilla, maíz y forraje y luego “nos venden la carne”.
“Está bien que exportemos becerros, pero deberíamos prohibir la exportación de las vaquillas que deben quedar en México para producir ganado o nos vamos  a quedar sin nada”, sugirió.
Bonilla Robles ratificó su convicción de que es “importante” que haya alimentos producidos en México y advirtió que el gobierno tiene que crear  las condiciones  más favorables para hacer posible la producción de  alimentos a fin de combatir el hambre. Si los producimos en gran cuantía y calidad, pues será más fácil combatir el hambre, plantea.
Dijo que hace años fueron creadas organizaciones y mecanismos a favor del campo, como la Conasupo,  los bancos ejidales, las empresas de fertilizantes del Estado, las semillas mejoradas y los sistemas de financiamiento.
Pero “todo lo que hemos hecho con sentido, en vez de conservarlo y perfeccionarlo le dimos para atrás. Lo que no ha pasado en otros países del mundo”, lamentó.
Advirtió que de persistir estas tendencias, que asocia incluso con presiones del exterior, “terminaremos comprando todos los alimentos que consumimos”.

Bonilla Robles censuró, incluso, que la Secretaría de Agricultura. Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) sostenga que se incrementa la producción de alimentos cuando en realidad sólo “algunos productores lo hacen”.