jueves, 20 de junio de 2013

Entresemana PAN, es un escándalo dicen… Moisés Sánchez Limón


Valga la fusilada de esta frase de la famosísima canción de Rubén Fuentes que, sin duda, ilustra los desencuentros, desamores, infidelidades, traiciones, deslealtades, inquinas y todos los etcéteras  entre la familia panista que, durante más de medio siglo, transitó por la vida política nacional como un dechado de virtudes y ejemplo de lo políticamente correcto.
Pero, bueno, hasta en las buenas familias se dan casos que escandalizan a la sociedad y ofenden a lo que queda de las buenas costumbres.

Jovencitas y jovencitos, damas y caballeros bien portados, correctos, estudiosos, religiosos e incapaces de incurrir en pecado alguno, de pronto olvidaron las reglas de la sana convivencia y, en su partidazo, el Partido Acción Nacional, se enfrascaron en la disputa por la herencia del abuelo joven, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Aunque a decir verdad no termina de irse el michoacano.

Moisés Sánchez Limón
Calderonistas-corderistas integran ese frente sólido y tozudo contra el bloque mínimo de los maderistas que luchan a brazo partido para sobrevivir, por lo menos hasta el cambio de la dirigencia, con la certidumbre de que la jauría que hoy se les enfrenta los puede hacer pedazos y despojarlos del futuro político. ¡Vaya matrimonio!
“Porque tu amor es espina/ por las cuatro esquinas hablan de los dos/ que es un escándalo dicen/ y hasta me maldicen por darte mi amor/ no hagas caso de la gente/ sigue la corriente y quiéreme más/que si esto es escandaloso/ es más vergonzoso no saber amar…”

Vaya. Quién lo iba a decir, quién se iba a imaginar que por unos mugrosos millones de pesos, varios e insultantes millones de pesos, amén del poder de la firma y los celos porque Gustavo Madero se saca la foto con el presidente Enrique Peña Nieto y se niega a salir del Pacto por México, de cuyo Consejo Rector es presidente por segunda ocasión en menos de medio año, los herederos de Felipe iban a constituirse en Junta de Comadres para debatirle en el lavadero y agarrarlo de la greña, junto con sus seguidores, como el joven Jorge Luis Preciado, para que vaya entendiendo que no se manda solo.

Impolutos integrantes de esta corriente, los 23 senadores que hasta notario público llevaron a la ceremonia en la que le quitaron al senador Preciado, quieran o no su coordinador parlamentario, la firma y el modo de andar, nomás para que se le quiten las ganas de andar cobrando facturas, porque cómo está eso de que los exhiba con el bono de más de 400 mil pechereques por piocha.

¡Ah!, estos panistas como el correcto y almidonado Javier Lozano y el enjundioso Roberto Gil Zuarth, a quienes les interesa un comino que Diego Fernández de Cevallos lamente lo que ocurre en este PAN, cuyos prohombres que fueron del equipazo de primera línea de Felipe Calderón, cuando llegaron al poder iban con una mano delante y otra detrás, pero al concluir el sexenio y salir de Los Pinos, transgredieron a la máxima de Salvador Díaz Mirón, en su poema A Gloria. Caso contrario, dígame usted si miento. Va la paráfrasis irredenta:
“Los claros timbres de que estoy ufano/han de salir de la calumnia ilesos/ Hay plumajes que cruzan el pantano Y LO MANCHAN…/ ¡Mi plumaje es de esos!”

Gustavo Madero, Ernesto Cordero, Javier Lozano, Juan Ignacio Zavala, Max Cortázar, Roberto Gil Zuarth, Alejandra Sota… De quién el plumaje para manchar elecciones que se encaminan en la ruta crítica para medir en las urnas popularidades.
Dice Madero, líder nacional del PAN, que los candidatos albiazules ganarán la mayoría de las 14 elecciones, pero en Puebla y en Baja California tienen severas diferencias entre sí y con su aliado el PRD, tanto que en varios municipios bajacalifornianos no contarán con el apoyo del perredismo para su abanderado al gobierno estatal, Francisco Kiko Vega de Lamadrid, porque les transaron regidurías.

Y en Puebla se gastan la lana en avivar hogueras mediáticas para quemar en leña verde al candidato del PRI, Enrique Agüera Ibáñez, sin mirar en su entorno social, porque los poblanos, en frase de Gustavo Enrique Madero, en buena parte están hasta la madre del gobierno virreinal de Rafael Moreno Valle, cuyo poder económico respalda a Antonio Gali Fayad, cuya fortuna tiene severas aristas que, en otras condiciones, estaría bajo la lupa de la Procuraduría General de la República.

Así, con la crisis en casa propia, enfrascados en decidir cómo y de a cuánto se reparten más de 200 millones de pesos que tiene la bancada del PAN en el Senado, los legisladores albiazules herederos o viudas de Felipe Calderón, como usted guste y mande citarlos, calientan el ambiente para que, en las urnas, el domingo 7 de julio los mexicanos les nieguen el voto.

En Puebla, verá usted, Gali Fayad va a correr con el voto de castigo, especie de referéndum, de los poblanos respecto de Moreno Valle. Y en Baja California, por esa vía del hartazgo del electorado transitan los candidatos albiazules. Conste.