sábado, 25 de mayo de 2013

Tercera Vía La moral distraída de Apresa Patrón. - La ética de Jesús Cortés Jiménez Por Ernesto Rivera Rodríguez


  “La lucha  de Evaristo Pérez Arreola ha subido de nivel. A su memoria.”
Ernesto Rivera
Hay quienes como Héctor Apreza Patrón, líder de la fracción priísta en la Legislatura Local, ven “la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio”, lo cual lo advierte como un político de “de ética y moral distraída”. Cómo se atreve a hablar de ética y de moral, y solicitar al gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero, dar marcha atrás en el nombramiento de Alberto López Rosas, como titular de la Secretaría del Trabajo, por su supuesta responsabilidad en los trágicos hechos del 12 de diciembre del 2011, y por el proceso de juicio político que se le sigue en ese órgano legislativo, pese a las resoluciones de la magistratura federal que lo exime de toda responsabilidad.
Tal caso, el del “juicio político” es una mascarada política, carente de todo sustento legal, que la política se esconde bajo  el manto de una conspiración truncada en plena autopista del sol en aquella fecha trágica.
Pese a la sonrisa de su compañera la diputada Julieta Fernández de Añorve, como se advierte en las fotografías, Apresa Patrón parece carecer de memoria, porque se le olvida las condiciones en que su compañero de partido y el entonces presidente municipal de Acapulco y candidato perdedor a la gubernatura del estado, Manuel Añorve Baños, dejo el H Ayuntamiento de Acapulco, en una crisis financiera, y para usar sus propias palabras, “ética y moralmente” por los suelos, y de la cual la diputada Julieta Fernández, ha guardado pecaminoso silencio, luego entonces, ¿de qué tamaño tienen la viga frente a sus ojos?.
La respuesta a su ética desviada  también la tuvo del diputado perredista Juan Marcial Liborio, quien le recordó: “Si quiere ser congruente  se debió haber hecho lo mismo cuando se designaron a los magistrados del Tribunal Estatal Electoral  (TEE), que también tenían un procedimiento de juicio político”· Y concluyó afirmando que “ …y dado a que a la fecha no existe ninguna resolución judicial que incrimine como responsable de delito a Alberto López Rosas”, este cumple con todos los requisitos legales establecidos. La memoria y la congruencia es un don que al parecer no a todos se les dada.
Dos.  Las declaraciones del director de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, Jesús Cortés Jiménez, en referencia al  crimen organizado por aquello de que “matan a quien deben de matar”, es un signo de su pobreza profesional y a su carencia de ética. Este si como dicen los chavos “se pasó de liso”, pero no es más que la carencia de elementos, su visión no primitiva sino “nardenthalesca” de la profesión que ejerce, y tal parece que se quisiera parecer un poco aunque sea al supersecretario de Seguridad en el triste sexenio calderonista, Genaro García Luna, otro hombre que utilizó todo su poder y su fuerza para apaciguar sus grotescos apetitos de poder y corrupción.
Cortés Jiménez, es un “aprendiz de brujo” comparado con aquel, pero ya dio visos de su falta de principios y de su falta de congruencia, entre lo que piensa –si piensa y lo que dice. Porque una cosa es utilizar las neuronas y otra las “hormonas” que en él parecen estar muy desarrolladas, y que termino por afirmar en otras palabras que el que a “hierro mata a hierro muere”, pero se le ha olvidado que vivimos en una sociedad civilizada que atraviesa por una época de violencia que de ninguna manera aceptamos y que es la penumbra de una sociedad que por falta de organización, por timorata, por falta de solidaridad a perdido la capacidad de motivarse para enfrentar los grandes retos de sublimarse ante la decadencia que busca tomar las riendas de la propia naturaleza humana,  encerrándola y arrojándola al vació de  la violencia que de otra manera debe de combatir para abrir y dar nuevos horizontes a una sociedad que pareciera como la nuestra estar totalmente desorientada, aislada y constreñida en la cosificación y el utilitarismo de su existencia, en donde los valores han quedado enterrados y en el olvido.

El ejemplo de Jesús Cortés Jiménez, es lo que menos se debe de seguir, y no importa que pida disculpas, el desacierto ya está dado. Su pobreza ética la demostró con creces, pero como escribiera Unamuno: “no todo está perdido en  Salamanca”. Email:gernestorivera@gmail.com