domingo, 28 de abril de 2013

EL PRESIDENTE QUE SOBREVIVIÓ EN LA SELVA DE VERACRUZ, Por Rafael Robledo


El 10 de octubre de 1824, Miguel Fernández y Félix, conocido por la Historia como Guadalupe Victoria, tomó posesión como primer presidente del México Independiente, años atrás, su figura se había convertido en leyenda en tierras veracruzanas.
El 10 de octubre de 1824, Miguel Fernández Félix, conocido por la Historia bajo su seudónimo,Guadalupe Victoria, tomó posesión como el primer presidente del México Independiente, de forma interina, inaugurando así una etapa institucional que, a pesar de las vicisitudes de los siglos XIX y XX se mantiene en el país.
Desde la leyenda de cómo tomó su seudónimo luego de una victoria bajo las órdenes del general José María Morelos, hasta su recuerdo por ser el primer presidente del país, la vida de Fernández Félix no está exenta de momentos y circunstancias especiales.
Quizá la etapa menos explorada de su biografía fue durante su exilio para evitar ser capturado por las fuerzas realistas en la selva veracruzana.
De acuerdo a la historiografía nacional, Guadalupe Victoria había sido comisionado para comandar la insurgencia en Veracruz, punto estratégico de la Nueva España.
En 1815, tomó el Puente del Rey, hoy Puente Nacional, que comunicaba Xalapa con el Puerto de Veracruz.
La contraofensiva realista obligó a su retirada hacia la zona de Nautla; Victoria realizó campañas que le permitieron tener el control de Tuxpan y el Puerto de Veracruz en donde, incluso llegó a instalar muelles, almacenas y puestos de defensa, este control duró hasta noviembre de 1816 cuando fueron recuperados por los ejércitos del Rey.
Entonces, Victoria estableció su zona de influencia en las regiones de Misantla, Huatusco,Naolinco y Puente Nacional.
Durante el primer semestre de 1817, las tropas realistas recuperaron la zona y despojaron a Guadalupe Victoria de todos sus territorios de influencia, abandonado por sus hombres y siendo uno de los jefes insurgentes más respetados tras la caída de Hidalgo, Morelos, los Galeana, los españoles iniciaron una persecución en su contra que lo llevó a resguardarse en la selva veracruzana.
Ahí comenzó la leyenda.
Lo que ocurrió en la selva veracruzana nadie lo sabe con certeza, los vecinos de los pueblos de la región se encargaron de mantener viva su memoria y ayudarlo cuando hacia esporádicas visitas a las comunidades.
La historia oficial señala que Guadalupe Victoria sobrevivió en la selva veracruzana alimentándose con plantas, animales y frutas y en un permanente exilio que hizo creer, incluso a los insurgentes más recalcitrantes, que el general habría muerto.
En ese entonces, el movimiento insurgente se había debilitado y el único general que se mantenía en al lucha era Vicente Guerrero.
En diciembre de 1820, Guadalupe Victoria reapareció en el pueblo de Soledad informado sobre el avance del movimiento de Independencia, apoyado por las reformas que ocurrían en España.
Victoria reconoció al Ejército Trigarante y a Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero como las cabezas de éste y se unió a ellos en la consumación de la Independencia.
Un año más tarde, Victoria regresaría a Veracruz, su refugio, a esconderse tras ser acusado de conspiración contra el Imperio Mexicano de Iturbide. Un veracruzano polémico, Antonio López de Santa Anna, lo rescató del exilio para invitarlo a signar el Plan de Veracruz que significaría el origen de la caída de Iturbide.
El 10 de octubre de 1824 asumió el interinato de la Presidencia de México, misma que conservaría de manera oficial hasta 1829 cuando se retiraría a su casa, el estado que lo acogió, lo rescató y cuidó en los momentos claves de la historia nacional: Veracruz.