miércoles, 5 de diciembre de 2012

Entresemana ¿Qué prisa tienen Monreal y López Obrador? Por Moisés Sánchez Limón

Moisés Sánchez Limón
Trabajadores de Antropología e Historia y diputados federales del Partido del Trabajo y de Movimiento Ciudadanos y algunas voces alzaron la voz en defensa de los presuntos responsables del vandalismo desatado el sábado último, 1 de diciembre. Los han calificado como presos políticos.
Sin duda, es una ofensa al sentido común dar el status de presos políticos a estos vándalos que irrumpieron violentamente, en el escenario político, con la abierta intención de evitar que Enrique Peña Nieto rindiera protesta como Presidente de México.
Sí, ofende la pretensión de que la opinión pública se vuelque a favor de una causa carente de sustento; vaya, no es defendible quien es sorprendido in fraganti en la comisión de un delito. ¿Cómo defender a quienes lanzan piedras, bombas molotov, petardos y lo que encuentran a su paso contra la policía, reporteros, ciudadanos e inmuebles?
 Salvo que estos sujetos estén mal de sus facultades mentales, podría aplicárseles la condición de inimputables y, por ende, exceptuarlos de la aplicación de la ley sometiéndolos al amparo de la rehabilitación o de plano internándolos en pabellones especiales, donde los ciudadanos estemos a salvo de las locuras de a 300 pesos por piocha.
Este martes, en la sesión del pleno de la Cámara de Diputados, en la agenda política se abordó el tema de la violencia desatada el sábado último por grupos autodenominados anarquistas que llevaban la clara intención de generar un clima de incertidumbre al inicio de la nueva administración federal, culpándola, además de represora y asesina.
Por supuesto, Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los diputados federales de Movimiento Ciudadano, evitó la rechifla e hizo mutis, porque quien subió a tribuna para referirse al tema fue la legisladora Luisa María Alcalde Luján, quien bordó en una pretendida defensa de aquellos personajes pillados con las manos en la masa, aunque ella adujo que “su único delito fue sucumbir ante unas fuerzas armadas que desproporcionadamente los agredían y perseguían”.
La joven legisladora, igual que su coordinador y aquellos que se rasgan las vestimentas desde espacios de #YoSoy132, tienen una visión muy particular de los acontecimientos. Pareciera que estuvieron en otras avenidas Juárez, Eduardo Molina y Paseo de la Reforma, donde las protestas habrían sido tersas.
Sin duda es imperativo investigar estos hechos, lamentables y condenables sea de quien fuere la mano que mece la cuna. Al calor de los acontecimientos se hicieron conjeturas respecto de los presuntos responsables, o por lo menos enterados de lo que acontecería. Pero vale preguntar a Ricardo Monreal por qué la prisa de anunciar desde la tribuna de la Cámara de Diputados que había un muerto, cuando la persona a quien se refería con nombre y apellidos estaba sólo herida.
¿Por qué Andrés Manuel López Obrador apresuró la demanda de renuncia de Miguel Ángel Osorio Chong a la Secretaría de Gobernación? Decíamos que esas son ganas de joder al vecino, aunque no es así de simple porque ahora resulta que López Obrador acusa el despliegue de una campaña en su contra por los acontecimientos del sábado último, aunque nadie lo ha responsabilizado abiertamente.
Pero, mire usted, si Andrés Manuel o personajes vinculados a su causa son los autores del operativo violento, sería un contrasentido jurídico dar la condición de presos políticos a estos individuos y el puñado de mujeres detenidos in fraganti en la comisión de delitos tipificados graves. Si ello ocurre, mañana habrá más atencos y “anarquistas” en la calle, embozados y con machetes y piedras y bombas molotov en ristre para poner contra la pared al gobierno federal y al de la capital del país.
Respeto, sí, al libre tránsito y el derecho a manifestarse. Toda demanda social genuina es factor de unidad; pero es detestable toda asociación que agrede, violenta, daña y ofende al ciudadano con el ñoño argumento de que se está en contra de un Presidente producto de un dizque fraude electoral, cuando más de 18 millones de personas lo eligió. ¿Por qué las prisas de Ricardo Monreal y de Andrés Manuel López Obrador? ¿Presos políticos libertad? Digo.