domingo, 2 de diciembre de 2012

CELEBRA LA OCSS, EL 38 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL COMANDANTE LUCIO CABAÑAS BARRIENTOS, EN ATOYAC DE ÁLVAREZ.

 Más de una centena de simpatizantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), se reunieron, alrededor de las diez horas, para marchar sobre la calle principal de la Ciudad de Atoyac de Álvarez, para conmemorar el 38 aniversario de la muerte del comandante Lucio cabañas Barrientos.

Partiendo del punto conocido como el "Tamarindo", a las diez y 45 minutos, más de cien simpatizantes de la OCSS, desfilaron por la avenida "Juan Álvarez", encabezados estos por Hilario Mesino Acosta y las hermanas Rocío y Norma Mesino Mesino, quienes coreando consignas como "Lucio vive..vive", se desplazaron en doble fila y perfecto orden, para recordar al maestro Lucio Cabañas, en su trágica muerte.


Curiosos y viandantes. Hombres y mujeres de esa vieja guardia, salieron de sus casas y otros asomados a sus balcones, miraban y atisbaban con el recuerdo de esos aciagos días que hicieron sucumbir esta ciudad cafetalera, allá por los años 70. 
Hecho conocido, como la famosas "Guerra Sucia"; que a través del tiempo va forjando otras visiones de esa lucha y reconociendose causas y efectos de algunos que, han asumido el papel de guerrilleros; pero que en los hechos fueron delatores y orejas de esas autoridades setenteras.
Infinidad de libros cuentan las historias y hazañas del mentor Cabañas Barrientos, cada quien desde su particular punto de vista y desde las ventanas de su comodidad. Algunas más se adentran en la fantasía y cual más narra de manera poética, esa truculenta forma de hacer una lucha, donde los verdaderos héroes y desaparecidos, siguen sin encontrarse. 
La historia se diluye entre los mitos, las leyendas y la historia verbal, que causa más revuelo, que llegar a hechos concretos en la toma de algún poblado o comunidad y en la espera encontrar algún manifiesto del guerrillero que haya que guardar para la historia oficial y la de los otros...la verdadera.



 En el uso de la palabra la dirigente de la Organización Campesina de la Sierra de Sur, (OCSS), Rocio Mesino Mesino, recordó la lucha del profesor Lucio Cabañas; a la vez que fustigó a los farsantes que "en hechos de campañas políticas se acercaban al Obelisco donde reposan los restos del recordado y se encuentra una estatua con su imagen enclavado en el zócalo de la ciudad, para posar para la foto o la entrega de una ofrenda, para "darse publicidad con la imagen del guerrillero".
"Hoy -recalcó ante simpatizantes, medios de prensa, agentes reconocidos de la milicia y de gobernación de los dos ordenes de gobierno; así como de curiosos y vendedores ambulantes- aquellos que buscaban un puesto de elección popular, se han olvidado en ser gente de izquierda, lo son cuando les conviene, pero en estos momentos, aún quedan más horas, para que demuestren su lealtad a la figura de Lucio Cabañas", remató señalando la aguerrida dirigente, Rocío Mesino.




Don Hilario Mesino Acosta, posa con su hijo Carlos e hijas Rocio y Norma Mesino Mesino, asi como nietos, ante el monumento al maestro Lucio Cabañas Barrientos// Fotos Grado Cero Press.

LA HISTORIA OFICIAL.
Publicado en el periódico "El Universal"

La madrugada del 2 de diciembre de 1974 el profesor Lucio Cabañas Barrientos se enfrentó por última vez con el Ejército en un paraje selvático de la región cafetera de El Ocotal, municipio de Técpan de Galeana, en la costa grande de Guerrero, donde, cercado por los efectivos militares, junto con otros 10 compañeros, decidió colocarse en el cuello el cañón de su M-2 y jalar el gatillo.
La noticia de la muerte de Lucio Cabañas, quien tenía 35 años de edad, fue ampliamente difundida por EL UNIVERSAL. Líder estudiantil y maestro rural fue fundador del Partido de los Pobres que operó en la sierra de Guerrero en la década de 1970 y según un comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional se le había buscado varios meses por diversos delitos, entre ellos homicidios, asaltos a mano armada y secuestros.
Su persecución se acentuó a raíz del secuestro, el 30 de mayo de 1979, de Rubén Figueroa, senador y candidato del PRI a la gubernatura de Guerrero, a quien el Ejército rescató el 8 de septiembre de ese año. 
Tras la matanza en la plaza de Atoyac, Lucio Cabañas se internó en la sierra de Guerrero, desde donde recorrió poblados y rancherías para mantener un movimiento clandestino junto con varios luchadores, lo que le permitió extender sus contacto para formar el Partido de los Pobres y su llamada Brigada de Ajusticiamiento.
Según el comunicado militar que dio cuenta de su muerte, Cabañas estaba “ligado a grupos de caciques, agiotistas, talabosques y traficantes de drogas, a los que brindaba protección”. 

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