martes, 16 de octubre de 2012

MIRADA INTERIOR La bendición de Malinche Lo normal es la violencia en Michoacán Aguirre Rivero: lagunas de Mitla y Coyuca Por: Isaías Alanís

Isaias Alanis

Derrapa el sistema político mexicano previo a la unción del elegido. La porosidad del arranque del nuevo sexenio se inaugura con fuga de cuerpos abatidos (léase, asesinados en caliente). Intentos por salvar a la ex madre España y bajo la legión de las leyes gramaticales, Enrique Peña Nieto, comienza por construir muy mal sus discursos españoles. Con una sintaxis indescifrable, EPN, intentó en España decir lo que quiso decir pero sin terminar por decirlo. Se hizo bolas con los conceptos sobre el sindicalismo independiente y la construcción de los floteles, contratos ya signados por el gobierno de FCH con astilleros gallegos. Y si a esta formula salvadora mexiquense, le agregamos el alto costo que le cuesta a PEMEX su relación con REPSOL, no podría ser más absurda esta propuesta de México en boca del que apenas es presidente electo sobre salvar a España de la pobreza y las luchas interraciales, cuando en México, hay por lo menos, sin exagerar, 55 millones de pobres, más los desempleados, ninis y miembros de las fuerzas especiales del comando repartidor de grapas S. A de C.V. con sede en todo el territorio nacional y en donde los “jefes de plaza” han sustituido a las autoridades formales, de hacienda federal, estatal y municipal en la recolección de impuestos con un valor agregado imposible de aplicar por las normas de “Lolita” para supuestos evasores fiscales; o “coopelas o cuello”.

Es de risa tétrica escuchar los planeamientos retorcidos de EPN ante inversionistas españoles. Hernán Cortes y Juan Camilo, como el Cid, atacan de nuevo. Y en este palenque internacional, es notoria la mano de Calderón y los compromisos que el mexiquense acepto a cambio del apoyo del panista que se lavó las manos y entregó la elección al de tres colores. Y desde luego, los acuerdos tácitos con miembros prominentes de los poderes fácticos de la Nueva España que después de años de independencia, ruegan de rodillas y llorando a San Bernabé  por el regreso al poder de virreyes, comendadores, oidores y pajes de la metrópoli hispánica. Y como muestra de generosidad histórica, sin coñearse a lo bruto, EPN, les hizo la oferta de abrir PEMEX a la inversión española. ¡Par diez¡ Cuando intente hacerlo, seguro que los diputados y senadores perredistas, panistas y priistas lo van a secundar, no así el pueblo de México, o lo que aún queda de él. ¿Será que la maldición se va ha convertir en la bendición de Malinche?

Michoacán, tierra santa donde se libra una cruzada sagrada por el santo sudario de las metanfetaminas, el caos social se mezcla con la violencia de los cruzados y caballeros templarios, cuyas huestes vigilan los caminos y diseñan las estrategias sociales bajo la cuales ha de regirse el estado purépecha donde la vida no vale nada. Caminos de herradura y autopistas están bajo resguardo de la caballería templaria ante la impotencia del gobierno michoacano por impedir que los cruzados manden y ordenen el tráfico y el movimiento económico en el estado donde nació Tata Lázaro.

En ese orden sin orden, las escuelas normalistas del estado; Tiripetio, Cherán y Arteaga, bastión de la “Tuta”, hacen estallar la violencia social. Quemas de autobuses, rapto de unidades del servicio público y privado. Carreteras tomadas. Llamas del fuego purificador y revueltas estudiantiles disfrazadas de reivindicaciones magisteriales o sociales. Los normalistas bajan a la gente de las unidades, toman casetas, secuestran camiones urbanos y del servicio público sin que ninguna ley los detenga. ¿Qué hacer ante la violencia social y la violencia civil? La respuesta de la policía federal fue de 176 detenidos que para cuando salga esta nota, seguramente serán menos.
El cambio de estafeta nacional hizo erupción en el estado del todavía nombrable Felipe Calderón. En diciembre del año pasado fue Guerrero con la normal de Ayotzinapa, ahora Michoacán, ¿qué sigue?

Estos actos de violencia, suceden a pocos días del supuesto “abatimiento” de Heriberto Lazcano, (no detención, ni arraigo), y a unos cuantos días más del asesinato del hijo de Humberto Moreira, José Eduardo Moreira Rodríguez. Hechos de sangre encadenados a una espiral propia de los tiempos de reacomodos y generación espontanea de cobros de facturas y ajuste de cuentas. Aunque la del ultra famoso  “Lazca”, si es que su muerte fue verdadera, por delación de sus mismos enemigos al interior de las organizaciones criminales; por chiripada, exorcismo sexenal o un simple petardo publicitario para el que se va y el que se queda, el gobierno federal una vez más ha quedado como el gran perdedor. Todavía no se tiene certeza de las medidas reales del cuerpo del “Lazca”  y las del muerto fugado de la funeraria de Sabinas, Coahuila.

La administración de AAR, repunta, pese a la inamovilidad de algunos de sus funcionarios que viven el sueño de los injustos. Todavía le hace falta aceitar algunas secretarías que seguramente con el cambio de estafeta federal y la inyección de recursos del próximo año, le meterán el acelerador para no quedarse rezagadas de las que si funcionan. La administración aguirrista ha sufrido fuertes golpes mediáticos del exterior y del interior, ante la complacencia de sus  enemigos y de algunos de sus mismos funcionarios. Si en verdad se va a castigar a los presidentes municipales tranzas y a ex funcionarios de la pasada administración, y el caso vergonzante para la procuración de justicia y el congreso del estado, como el de Willy Reyes y su contra parte, el de los estudiantes inocentes detenidos y arraigados por la PGR, el gobierno de AAR, debe de tomar medidas urgentes. Con los dineros del pueblo y la justicia no se puede jugar. A pavimentar los caminos de Guerrero con acciones inmediatas y efectivas como fueron los convenios signados con el Estado de México para blindar ambas fronteras al crimen organizado. Y el anuncio grato de una inversión millonaria inicial para descontaminar las lagunas de Mitla y Coyuca.