martes, 31 de julio de 2012

Entre la verdad y la ficción. BELLO GÓMEZ UN NECIO Y CLEPTÓMANO HUNDIÓ A LOS ATOYAQUENSES. Por Jorge Luis Falcón Arévalo*


“Toma chocolate, paga lo que debes”  -canción popular cubana-


“Si tienen adeudos del ejercicio anterior, falta de comprobación con facturas, ausencia del padrón de beneficiarios o falta de una carta de licitación no se pueden liberar los recursos”: lo destacó de manera contundente la Secretaría de Desarrollo Rural, en voz de uno de sus subsecretarios, del gobierno estatal, a los funcionarios del gobierno de Atoyac. Contundente. Nada de apoyos para esta comarca hasta en tanto el presidente municipal Carlos Armando Bello Gómez, cumpla con todos los requisitos; pero da la casualidad que a este empleado nada le importa ni nada le preocupa. Como bien dice: “ya estoy despachado y servido, solo espero entregar o mando a alguien”

“Corrige a un sabio y lo harás sabio. Corrige a un necio y lo harás tu enemigo”, reza puntualmente una frase que encierra verdad. Durante el trayecto de este quehacer he conocido políticos y políticas que si bien han entendido la praxis política como esencia de desarrollo y de ejercicio de una democracia, he conocido necios, ignorantes y mediocres que sintiendo el nombramiento para ejecutarse como obrero en la administración gubernamental; los he visto sentirse la perla de la corona de la virgen de la Macarena, que algunos hasta brujos buscan con el afán de seguir siendo en el poder son…necios, ignorantes y torpes. . . Y así es la historia.

Bien Atoyac ha carecido en este trienio de las obras primarias de toda ciudad; pero además, mucho ojo, por distraer los presupuestos económicos y dictados que emanen de un plan de gobierno deben ejecutarse, nada se hizo a dos meses de que finalice esta administración y se de paso a las indagatorias a que haya lugar- La historia real, en esta ciudad nada se debate entre la omisión, la espesa oscuridad de la transparencia gubernamental y el desvío de los dineros para obras y servicios familiares del cabildo atoyaquense.

Ausencia de inmobiliario en las escuelas de la sierra. Lo mismo la demanda constante de seguridad por parte de los maestros, principalmente maestras. Urgen docentes para un mejor aprendizaje de los niños y niñas. Robo en despoblado.
No se ha cumplido con las normas de calidad de agua tanto del río Atoyac, como se lo solicitó Conagua; como de la potable para uso doméstico. Omisión criminal, que merece sanción económica.

De manera imprudente ha permitido la invasión de las aceras en el centro de la ciudad donde prolifera la podredumbre, la basura, moscas y otras alimañas que a personas mayores le padecen de diversos tipos de alergia, y se ven expuestos a enfermedades infecto-contagiosas muy perjudiciales para su salud y desarrollo. El sector salud inadecuado, disfuncional e irresponsable como el propio presidente municipal. Nunca se ha realizado una campaña de desrratización en el mercado central, donde anidan desde roedores, hasta bichos portadoras de enfermedades que se inoculan e infectan  los alimentos allí expendidos. Cero brigadas de salud ¿Y el dinero Bello Gómez?

¿Actividades culturales? ¡Ninguna!, y no fue ni es por falta de dinero, el recurso económico lo hubo. Solo que a un analfabeto como Carlos Armando ¿Qué le puede interesar lo que es la cultura y las Bellas  Artes? Sedesol descargó patrimonio financiero para actividades recreativas para los atoyaquenses de alrededor de cuatro millones de pesos. ¿Dónde está ese dinero? De seguro en facturas apócrifas. El capital para darle mantenimiento al remedo y adefesio de Casa de la Cultura que también da servicio  de “sala de proyección de películas”, un verdadero insulto a las familias de buenos principios. Patrimonio desaparecido en aras de una mejor cosecha familiar, ¿Verdad?

...Y falta más. . .


P.D. De acuerdo a versiones de sus cercanos colaboradores: ¡¡Bello se fue a las olimpiadas!!

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