sábado, 31 de marzo de 2012

BAJAN A FERNÁNDEZ NOROÑA DE LAS LISTAS


Francisco Garfias
Gerardo Fernández Noroña tronó contra López Obrador. “Son muchísimos agravios. Se la ha pasado haciendo chingaderas por años. Se las vuelvo a aguantar, pero ya su perdón a Calderón, espérame tantito…”, nos dijo el aguerrido diputado del PT. 

El hombre se acababa de deslindar públicamente del candidato presidencial de las izquierdas.

Se le veía dolido, molesto, indignado.

La víspera, en la Universidad Anáhuac, el tabasqueño había dicho que en su gabinete no habrá “ni Noroñas ni Bejaranos…” El comentario no sólo lo entristeció. Lo agravió en serio. “¡Perdona a Calderón, pero Bejarano y Noroña son culeros. ¡Qué bonito!”

Peor aún. A Fernández Noroña lo sacaron de las listas para la Asamblea Legislativa. Hace apenas dos días le avisaron. No irá al edificio de Donceles.

“Es cierto. Me bajaron. Pero mi encabronamiento no es por eso. Quien te lo haya dicho me quiere descalificar. Me van a estar descalificando…”, insistió.  

No se quedará sin quehacer. Le queda la opción de Miguel Mancera. El candidato de las izquierdas a jefe de Gobierno del DF lo incluyó en su equipo “aunque a lo mejor lo presionan para que me saque”. Tampoco eso le asusta. Si es necesario se pone a vender libros. Tiene muchos. “Es fanático de la lectura”, nos dijo su colaboradora Marta Angélica Ojeda.

 Poco antes, en conferencia de prensa, el diputado llevó su  congruencia al extremo. Anunció públicamente que no asistirá a ningún acto del candidato del Movimiento Progresista, mientras no aclare si el “perdón”  a Felipe Calderón —otorgado en una entrevista en el diario español El País— es un reconocimiento a su gobierno.

No sólo eso. Reveló que su aparente buena relación con el tabasqueño es un “mito”. Lo ha visto a solas tres veces en tres años. No habla directamente con él porque ni le contesta ni lo recibe. “Él se oponía a que yo fuese candidato a diputado, me obstruyó”, reveló el diputado.

“Andrés Manuel acaba de declarar hace poco que perdona a Felipe Calderón. ¿Ese perdón representa un reconocimiento a su gobierno? Si implica un reconocimiento, Andrés Manuel está rompiendo la línea política que todos estos años hemos sostenido… Además, está pidiendo un perdón que nadie le ha solicitado.”

Otro tema que lo distancia del tabasqueño es el de la defensa del Estado laico. “Si Juárez viviera no habría ido a misa con el señor Ratzinger. No habría convalidado un acto político de esa naturaleza a favor de la jerarquía católica y del PAN”, dijo.

Y a pesar de todo, su voto será para El Peje. “Es el que ofrece estabilidad a México”, justificó.

 En Nayarit estalló la contradicción entre las cuotas de género y los principios democráticos. ¡El colmo! Una mujer, Ivideliza Reyes Hernández, diputada federal del PAN, encabezó la rebelión provocada por la decisión de “bajar” de las listas al candidato azul, José de Jesús Bernal, para subir a una “desconocida”.

A la cabeza de un contingente de 80 personas ocupó las instalaciones del Comité Estatal del PAN en Nayarit. La legisladora exige al dirigente local, José Ramón Cambero Pérez, que los atienda. “Ni siquiera le avisó (a Bernal) que ya no era candidato. Se enteró por los medios”.

La bronca es que Bernal era candidato electo por el III Distrito de esa entidad. Es el único donde hubo elección interna. El primero y el segundo fueron por designaciones.

No pudieron escoger peor para ayudar a cumplir con la resolución del TEPJF que ordena a todos los partidos un mínimo de 40% de candidaturas para las mujeres. “Vamos a dormir aquí. Deséenme buenas noches”, pidió la diputada, antes de colgar su celular.

 Maraña: el socialdemócrata Jorge Díaz Cuervo va como candidato de la coalición PRI-Verde en Benito Juárez, la “joya de la corona” del PAN-DF. Los dos partidos llevan en Iztacalco al diputado ex perredista Emilio Serrano.

Otros dos ex amarillos, Ruth Zavaleta y Tomás Torres, brincaron también al tricolor, pero vestidos de verde. Fueron incluidos en las listas plurinominales para San Lázaro. 

Todos van propuestos por el PVEM para darle vuelta a los estatutos del tricolor, que exigen un mínimo de tres años de militancia para ser postulado a un cargo de elección popular.

 Algo se avanzó en el desairado tema del cambio climático.