martes, 21 de febrero de 2012

ACAPULCO VISTO COMO BOTÍN. ASPIRANTES SIN PROYECTO, Rodrigo Huerta Pegueros*


Varios meses atrás abordamos el tema de los aspirantes a la alcaldía de Acapulco y dimos un punto de vista particular sobre los pretensos, sus alcances y sobre todo sus padrinazgos dentro de los partidos políticos por los que podrían o pueden ser postulados para la competencia electoral del próximo primero de Julio.
Si bien es cierto que el número de pretensos no se ha incrementado sustancialmente, si en cambio han disminuido las posibilidades de lograr sus propósitos para algunos que se habían apuntado anteriormente. Otros están en espera de un milagro y se han ido a velar armas a las puertas de sus institutos políticos a fin de que no los olviden o no le echen mas basura de lo que en realidad son. Y en este contexto, lo único que podríamos añadir es que Acapulco no se merece ser una vez más engañado, manipulado y saqueado como ha sido la constante en los últimos trienios en que han gobernado tanto representantes de los partidos de izquierda como de centro-derecha y particularmente en este trienio que va a terminar y que quizás fue el que mayor expectativa promovió pero que al finalizar la gestión ha causado una de las mayúsculas decepciones.
Recordemos que las banderas de la administración municipal que entró en funciones hace más de tres años fueron el terminar con la pesadilla de la falta de servicio de agua potable, la falta de seguridad pública, la ineficiente recolección de basura, la necesaria renovación del equipamiento urbano, la ausencia de alumbrado público en áreas turísticas, de bañistas y colonias populares, la necesaria disminución del número de ambulantes en calles y playas, y la necesaria lucha contra la corrupción política y administrativa, así como una urgente y profunda reforma administrativa.
El resultado salta a la vista. Se hizo sí, todo lo prometido pero en sentido contrario. Las promesas se fueron por un caño. La irresponsabilidad gubernamental se ejerció sin ninguna clase de pudor. El saqueo de los recursos públicos  (que se dice y afirma que ascienden a poco más de 700 millones de pesos) ha sido desmedido. Por lo tanto, el ocaso del gobierno municipal se ve reflejado también en la imagen desvencijada de esta ciudad y puerto de Acapulco.
Mientras los saqueadores se regodean con moverse hacia otros puestos de elección popular para defenderse de posibles acusaciones de malversación de fondos, los legisladores locales siguen la misma ruta y por lo tanto, el pretender esperar que los diputados de Guerrero se alcen como defensores de los bienes públicos de la entidad, es mucho pedir.
Ellos mismos andan en la búsqueda de otros espacios políticos y por lo tanto les vale un soberano cacahuate que a los guerrerenses no se les atienda bien y que no se le escamoteen los recursos públicos. Los vigilantes andan en el mercadeo electoral y Guerrero ha quedado a la deriva. Por lo tanto cabe preguntarse si los aspirantes a la presidencia municipal de Acapulco tienen algún proyecto para aplicar en caso de llegar a triunfar en la elección del primero de Julio próximo. De no ser así, entonces podríamos desde ahora asegurar que a lo que aspiran es a roer los despojos que queden de esta administración municipal.
A esos aspirantes no debemos ni siquiera voltear a verlos. Esperemos que algún sensato pueda tener una aspiranción real de servicio a la comunidad. De ser así, esperaríamos que den a conocer sus propuestas y que no vayan a ser las mismas de siempre y sin ninguna forma de asegurar que cuando sean gobernantes vayan a aplicar tales propuestas y no se vayan a ir por la vía fácil de administrar la pobreza, de ser los ejecutores de los proyectos que vienen etiquetados y que cuando los ejercen pretenden vestirse con dichos presupuestos y programas que ni siquiera tuvieron a bien conocer con anterioridad. Pero mejor echemos un vistazo a los pretensos y sea usted quien los juzgue respecto al conocimiento que tienen de ellos como funcionarios o representantes populares y si realizaron algo bueno cuando ejercieron como tales.
Empecemos por la única mujer que alzó la mano para ser postulada por su partido el PRI a la alcaldía: Erika Lurhs Cortés, secretaria de turismo municipal de Acapulco. Celestino Baylón Guerrero, Secretario de Desarrollo Económico del gobierno municipal porteño. Fermín Alvarado Arroyo, diputado federal por Acapulco. Alejandro Carabias, Diputado federal por Acapulco del Partido Verde Ecologista de México. César Flores Maldonado, ex diputado federal por el PRD. Robespier Robles Hurtado. Notario público en Acapulco. Marco Antonio Terán Porcayo, ex director del Instituto Estatal de Cancerología (y quien por cierto se promovió como candidato independiente pero terminó siendo priista). Estos son, las cartas más presentables del priismo municipal, cartas por cierto no tan valiosas y si un tanto devaluadas por la pésima gestión del gobierno actual encabezado por el aspirante a diputado local, Manuel Añorve Baños.
Si los priistas andan de capa caída por la falta de personajes relevantes para ser sujetos de una candidatura fuerte, los del partido de enfrente, o sea los del Partido de la Revolución Democrática (PRD) están más que peor. Por ahí alzan la mano con verdadera modestia y falta de seguridad en si mismos, los diputados locales, Evodio Velásquez, secretario general del comité ejecutivo estatal y el también legislador amarillo, Carlos Granda o David Jiménez Rumbo, senador con licencia y ex secretario de desarrollo social del actual gobierno del estado.
Por su parte el Partido Movimiento Ciudadano ha dicho desde hace ya varios años que su único candidato a la presidencia municipal de Acapulco será su dirigente nacional, Luis Walton Aburto, un empresario exitoso pero que no ha logrado, en tres ocasiones consecutivas, ganar en las urnas la alcaldía. La última ocasión perdió su oportunidad de oro porque el PRD no quiso salir unido y terminaron perdiendo con un PRI que estaba no tan fuerte como se creía. Ahora vuelven a la cargada y esperan lograr salir coaligados con el PRD y con el Partido del Trabajo que por cierto puede mostrar sus cartas con las figuras del académico y político Benjamín Sandoval Melo o el regidor y gestor social Genaro Vásquez Flores.
Y por último tenemos que el Partido de Acción Nacional ha promovido en los últimos días la figura del ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo como su posible candidato a la alcaldía acapulqueña. De ser así, entraríamos a la nueva fase de la reelección, pues si el actual gobernador Aguirre pudo reelegirse, pues también Torreblanca puede ser reelecto como presidente municipal. Cosas veredes.
Como se puede apreciar, no todos los aspirantes a la alcaldía de Acapulco son personajes reconocidos a nivel nacional, estatal o municipal. Son, eso sí, picapedreros que han hecho mucho ruido y que en sus biografías no guardan muchos triunfos o reconocimientos por su labor altruista o en defensa de los intereses de Acapulco y de Guerrero, pero sí guardan muchas riquezas hechas al amparo del poder público.
Y las preguntas que continúan latentes y sin responder son:
 ¿Para qué quieren ser alcalde?
¿Qué desean cambiar de la geografía urbana o rural del municipio?
¿Dónde están sus propuestas que sean reales, creíbles y aplicables?
Esperemos con paciencia las respuestas. De lo que debemos estar seguros es que cuando menos lo pensemos estarán en nuestras casas, tocándonos la puerta para solicitar el sufragio, nuestra confianza y el apoyo para convertirse en la autoridad máxima de Acapulco. Si queremos seguir viviendo como hasta ahora, pues simplemente no reparemos en nada y otorguemos el voto a quien nos hable más bonito o quien nos dé más por el sufragio y dejemos que a Acapulco se lo lleve el carajo.
Periodista y Analista Político*  observar@gmail.com