lunes, 30 de enero de 2012

MENOPAUSIA Y CLIMATERIO, PROCESOS NATURALES EN LA MUJER



La menopausia es un proceso en la vida de las mujeres en la que se presentan cambios hormonales que deben atenderse para evitar complicaciones, sin que esto signifique una enfermedad, indicó la Delegación en Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La menopausia es la suspensión definitiva de la menstruación. Se diagnostica retrospectivamente, una vez que han trascurrido 12 meses consecutivos de ausencia de ésta. En este proceso las mujeres presentan síntomas molestos que son asociados con el desarrollo de trastornos que precisan un tratamiento médico.
El director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No.9, Pablo Romero Garibay, explicó que la menopausia es un hecho natural que normalmente ocurre en las mujeres entre los 45 y 50 años de edad, siendo ésta última edad la de mayor frecuencia.
La menopausia es parte del climaterio, éste último comprende la pre menopausia, la menopausia y la y post menopausia,  comentó el especialista en Medicina familiar. Las alteraciones pueden afectar el ciclo menstrual, trastornos vasomotores y alteraciones psicológicas.
El climaterio se define como la etapa biológica de la mujer durante la cual pasa de la etapa reproductiva a la no reproductiva. Esta etapa puede abarcar de 15 a 20 años y puede presentarse con sintomatología debido a cambios en los niveles hormonales, específicamente de estrógenos (hormonas producidas en el ovario).
Romero Garibay precisó que el síndrome climatérico se diagnostica alrededor de los 45 años de edad, aún en mujeres que todavía menstrúan en forma regular. Se estima que se presenta con diferente grado de intensidad en aproximadamente el 75 por ciento de las mujeres pre-menopaúsicas.
La mujer debe estar consciente de que a partir de los 45 años, el climaterio puede presentarse en cualquier momento, por lo que debe identificar lo síntomas que en mayor frecuencia se asocian con la presencia de los conocidos “bochornos” o ataques de calor corporal que asciende del pecho a la cara, y la excesiva sudoración nocturna que lleva a la pérdida de sueño. 

Los bochornos y sudores nocturnos son el motivo más común de atención médica, se presentan hasta en el 80 por ciento de las mujeres, del 25 al 50 por ciento los padecerán durante cinco años, otras alrededor de dos a tres años y una minoría durante toda la vida.
La frecuencia varía desde uno a dos bochornos por hora, hasta uno o dos por semana, y pueden tener una duración de hasta 10 minutos. Cuando la sintomatología es acentuada y casi  constante hay repercusiones en el bienestar general de la mujer manifestadas por insomnio, ansiedad e irritabilidad.
“También pueden presentarse resequedad vaginal, dolor al tener relaciones sexuales, pérdida del apetito sexual, infecciones íntimas, latidos cardíacos fuertes o acelerados, cambios en el estado de ánimo, entre ellos, irritabilidad, depresión y ansiedad”, expuso el especialista.
Ante la presencia de estos síntomas se recomienda que la mujer acuda con su médico familiar, quienes están capacitados para otorgar el tratamiento adecuado. El diagnóstico del síndrome climatérico y de la menopausia habitualmente puede efectuarse con base en los datos clínicos.
En el primer caso, a través de la investigación de los trastornos menstruales, los síntomas vasomotores y las alteraciones psicológicas; en el segundo, de manera retrospectiva, por la suspensión de la menstruación por un periodo de seis a 12 meses.
Se recomienda también, además de la terapia –que se adaptará de acuerdo a los síntomas de cada mujer derechohabiente-, realizar cambios en la dieta alimenticia, evitar la cafeína, el alcohol y el cigarro. Consumir calcio y vitaminas, realizar ejercicio físico y evitar el sedentarismo.
Es importante que el médico atienda los trastornos derivados del síndrome climatérico y la prevención de las complicaciones posmenopáusicas a través de las acciones médicas preventivas que permitan restablecer el bienestar físico y mental de la mujer y por consiguiente su calidad de vida.
Por último, una de las complicaciones de no acudir al médico oportunamente ante la presencia de la menopausia o del síndrome climatérico, es que si después de un año de no haber tenido menstruación, ésta se presenta aunque sea con un sangrado leve, es un signo de alarma, pues pudiera tratarse de un cáncer cérvico uterino, por lo que llamó a las mujeres a visitar periódicamente a su médico y así evitar complicaciones que pongan en riesgo su vida.