viernes, 23 de diciembre de 2011

NAVIDAD Y AÑO NUEVO ¿MÍSTICA O COMERCIO? Rodrigo Huerta Pegueros



                                                           Felicitaciones a la maestra Pilar Castillo por
                                   el Doctorado Honoris Causa que le otorgó el
                                               Colegio de Estudios de Posgrado de la Ciudad de México

Estas fechas son propicias para dos cosas. Una, para hacer un balance de lo ocurrido durante el año que fenecerá pronto, y la otra sirve más que nada para envolverse en la mística de la Navidad católica, aunque existe una tercera opción que es que en lugar de servir estas fechas para el recogimiento de las familias se utiliza para hacer todo lo contrario, o sea,  echar a volar la imaginación, divertirse, entretenerse, vacacionar, destramparse y sobre todo comprar y comprar y comprar.
Pero haga uno lo que haga en estas fechas de fin de año, la realidad tocará a la puerta mas temprano que tarde. No en balde se acuñó la frase ‘la cuesta de enero’, esto es, que quienes sin medida y sin recursos hicieron mal uso de los mismo tendrán que enfrentar el pago de su irreflexivo comportamiento.
Y esto lo decimos porque hemos visto desde hace varios años atrás que la mística por la Navidad ha desaparecido casi por completo. La mercantilización de la fecha ha superado todas las expectativas. Los medios de comunicación han sido instrumento principal para que lo que antes tocaba las fibras de los sentimientos, las emociones y la moral de las personas, ahora solo toque los monederos, las carteras o las bolsas de las personas. Y ha sido tal la voracidad de los fariseos neoliberales, que ahora, antes de que lleguen las fiestas navideñas se implementan nuevos eventos mercantiles como ‘El Buen Fin’ para estar seguros de que nadie quedará exento de comprar, de endeudarse o de acuñar artículos diversos sin mayor utilidad.
Y no es que estemos diciendo que estas fechas no sean propicias para que la sociedad le baje de intensidad a sus actividades cotidianas y a su malhumor o agresividad, sino que recordamos que los eventos de mayor importancia a nivel mundial han caído no en el desuso sino mas bien en el abuso de la comercialización y que ha invadido las casas de las familias que habitan el planeta tierra.
La pregunta obligada en estos tiempos de reflexión de fin de año es: ¿cómo pasará usted estas celebraciones de fin de año? ¿Lo hace con la mística católica o solo le sirven para vacacionar y relajarse? ¿Es o no víctima de la mercantilización de la Navidad y del Año Nuevo?
Sea usted como sea, lo único que deseamos trasmitirle es que actúe con ecuanimidad y no deje de ver el bosque para que la realidad no lo vaya a sorprender y mucho menos le vaya a hacer pasar alguna mala jugada.
En fin, lo único que deseo decirles es que pasen unas ¡FELICES FIESTAS Y QUE EL AÑO 2012 SEA MEJOR PARA TODOS!

Periodista y Analista Político*